viernes, 13 de julio de 2012

UN DESCANSO MERECIDO EN MEDINA DEL CAMPO


Ese día de descanso que tanto se había anhelado en la compañía Noroeste al final llegó, los miembros que conformaban una de las mejores columnas que se dirigía hacía Madrid por fin pudieron relajarse un poco, disfrutar de un día en paz, tranquilos, lavando su ropa, cocinando, picoteando, o conversando tranquilamente sobre lo que sucedería en Guadarrama, el famoso túnel que tanto nos traía de cabeza a todos, pues habíamos visto las cargas indiscriminadas de la policía en la manifestación minera en Madrid, cargas que no se podían justificar de ninguna manera, y las declaraciones de la delegada del gobierno Cristina Cifuentes respecto a la dureza que se emplearía contra aquellos que se lanzarán a las calles a pelear, a pelear por sus derechos, solo hacían que la Noroeste hablará y hablará, planteando tácticas que más adelante se comprobarían si serían efectivas o no. 

Aquel día se vivió con tranquilidad, pero también con miedo, todos sabíamos, eramos conscientes de que estábamos disfrutando una paz anticipatoria a una guerra social que ya había comenzado, y que desgraciadamente no se detendría. La mayoría eramos jóvenes y apenas teníamos experiencia en combate armado, y solo nos preocupaba la forma llegado el momento de como actuaríamos, si seríamos capaces de pelear con honor, con valentía, sin atemorizarnos frente a aquellos por los que ya no sentíamos ningún aprecio, y que considerabamos nuestros enemigos a batir. Fue un día de descanso pero de preocupación salvo por las buenas noticias que nos acababan de llegar desde Salamanca y Ávila, y es que si nada salía mal, pronto se nos uniría una columna integrada por casi treinta personas, lo que nos permitiría poseer mayor fuerzas de cara a un enfrentamiento inevitable a nuestra llegada a Madrid. Pero tenía que ser así, en septiembre se subiría el IVA un 21% más o menos, pronto se darían más miles de millones para sanear una banca que en la era de Aznar inició esta crisis, y que ahora nos tocaba a nosotros pagar la gran resaca que tenía fruto de una borrachera a base de construir y construir, especular sin sentido, y engañar a la población ofreciendo hipotecas sencillas sin citar que a la larga terminarían siendo un lastre muy serio, y que todas las familias que accedieron a ella terminarían sin trabajo, en la calle, desahuciadas por una loca academia de policía, y encima teniendo que pagar un piso que ya no les pertenecía. Había que luchar, no quedaba otra, o eran ellos o eramos nosotros como ciudadanos, y más allá como seres humanos cabreados, muy pero que muy cabreados.

Por ello había que descansar tras la gran caminata de 30 kilómetros que había mermado física y mentalmente a la Noroeste, y sobre todo a las nuevas incorporaciones de Valladolid que ya padecían las primeras manifestaciones de agotamiento, siendo notables las ampollas y dolores en los músculos. Ello sin contar que aquel día dos miembros, uno de Asturias y otro de León tuvieron que ir al centro médico a que al primero le miraran el lumbago, y al segundo la rodilla que le impedía caminar, y que cosa sería era, seguramente no podría caminar más. Síntomas estos los que pasaban factura a toda la compañía con mayor o menor severidad, y todavía quedaba el llegar a Madrid y librar una guerra, una guerra en la que se sufriría mucho, pero cuyo sufrimiento en el fondo merecería la pena, pues al menos lo intentaríamos, no nos resignaríamos a
morir como esclavos si no como hombres y mujeres libres...

Tras esto a la tarde habría una asamblea en la plaza mayor de Medina del Campo en donde fruto de una intensa labor de difusión, de cartelería, vendría bastante gente, y es que en cuanto a asambleas se refiere, la Noroeste estaba disfrutando de una buena acogida últimamente, se estaba dando a conocer por toda Castilla y León. Y es que los medios de comunicación, la mayoría controlados por el sistema y otros de carácter independiente estaban fijándose con mucha atención en el puñado de valientes, que desafiando al tiempo y a los kilómetros habían salido desde Galicia, Asturias y Castilla y León, y poco a poco, la gente se comenzaba a unirse, a dejar la farsa en la que vivían, apegados en ciudades y pueblos en donde el ego predomina por doquier. 


Tras este breve y descansado día, para cerrar este merecido capitulo que ya se tenía ganas de escribir, se pasa a adjuntar las grabaciones de radio Oviedo QK entrevistando a varios miembros de la Noroeste, y que hoy al ser día de descanso no se podrá realizar para tener un pequeño parón y proseguir en días consecutivos a ello.

Sin más, un saludo. Mañana a la Noroeste la tocaría caminar hasta Ataquines, tan solo 18 kilómetros, poco, pero mucho cuando se descansa un día y ya no hay más paradas hasta Madrid...



































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