jueves, 19 de julio de 2012

¡LA NOROESTE CRUZA GUADARRAMA! CRÓNICA COMPLETA Y REPORTAJE FOTOGRÁFICO



Al final tras tantas semanas de preparación, a solo un día de cruzar o al menos intentarlo, el túnel de Guadarrama que conecta con Madrid, la Noroeste estaba dispuesta el día anterior a pelear hasta el final, se cruzaría el túnel sí o sí. Y es que era cierto que tod@s estabamos muy cansados, pero nuestras ansias de libertad, nuestro alma anhelo de paz, estaba viva, muy viva, rebosaba vitalidad, ansias de vivir, como jóvenes, adultos y ancianos que eramos. No teníamos miedo pues, estábamos cabreados, en nuestros corazones latía la ira, pero también latía la valentía, el honor de cara a afrontar nuestra misión, llegar a Madrid costara lo que costase, y en eso, los de la Noroeste eramos realmente buenos, todos los desafíos que hasta la fecha se nos habían planteado los habíamos superado con creces, sin importar el esfuerzo, solo la meta.


La noche anterior a nuestra misión hicimos una asamblea al aire libre, en donde con tensión, algo de miedo, y mucha incertidumbre se discutieron los pros y los contras de pasar por allí. Estaba claro que a las ocho teníamos que llegar a San Rafael, pueblo en el que el año pasado bajo la Marcha Indignada, con doscientas personas más de las sesenta que eramos, habíamos dormido. Para ello mellaba una distancia de cinco kilómetros, esto es, una hora ligera. Desde allí habíamos bloquearíamos el primer carril con la pancarta y los coches de apoyo en donde se forzaría una negociación con la Guardia Civil para que vieran que íbamos en serio, mientras tanto un grupo repartiría a los coches bloqueados octavillas sobre el por qué caminamos hacía Madrid. Tras esto, si la Guardia Civil decidía que no, se presionaría acercándonos a la entrada al peaje para presionar más, y mientras hacer una sentada o asamblea. El grupo de negociación ya había sido creado, y en la asamblea nuestro abogado nos leyó un comunicado de la autoridad pertinente en el cual se nos obligaba a que uno de nosotr@s firmara para dar la cara en caso de problemas al igual que había hecho los mineros. Pero es que nosotr@s no pertenecíamos a ninguna organización, simplemente eramos parados y nadie nos representaría, por lo tanto nos negamos a firmar, y pasaríamos mediante negociación, o simplemente pasaríamos si o si. En cuanto a los fotográfos, los que cubriríamos la marcha, deberíamos tener mucho cuidado, dado que por defender y mostrar la verdad eramos el objetivo principal de las autoridades en caso de que se cometieran abuso por parte de estas, por lo que se repartío un código de conducta con las leyes pertinentes de cara a que pudieramos reaccionar ante ciertos abusos que al día siguiente se cometieron. Y las cartas estaban puestas sobre la mesa, ahora tocaba dormir, poco debido a que la asamblea se alargó hasta las doce y pico, y a las cinco y media debíamos de levantarnos para salir a las seis y media, o máximo siete menos cuarto. Durante esa noche ninguno de nosotr@s pudo dormir, teníamos miedo, sabíamos que podrían arremeter como así por poco fue, pero que era ahí donde debíamos de mostrar toda nuestra preparación que habíamos tenido llegado el momento de dar la cara...¿Se conseguiría?...


Y amaneció el día, y cansados, con ojeras, preparamos todo, desayunamos, y  apresuradamente nos dispusimos a recoger todo, meterlo, coger lo necesario y salir caminando dirección San Rafael. Tras una hora que a decir verdad se nos hizo muy breve, allí nos esperaba la guerra, con decenas de policías armados, y un helicóptero que nos sobre-volaba por nuestras cabezas como si fuéramos peligrosos terroristas, armados con palabras y con paz. Estaban los compañeros de Toma el Peaje con la pancarta que llevaríamos. Y comenzamos a caminar en dirección hacía el peaje cortando la primera carretera , coreando consignas para que los conductores nos oyeran y la gente de por allí que atónita ante tal despliegue de seguridad, estaba alucinando, mientras nosotros tan tranquilos, sin miedo, caminabamos. Tal y como he dicho en lo que se tomó en la asamblea, se bloqueó el primer carril, y un grupo de panfletos se puso a repartir para explicar por qué la carretera rumbo Madrid se había cortado. Pero para evitar el mosqueo debido a que mucha gente tenía cosas que hacer, por momentos, se cortaba y se abría la pancarta para que cada cierto tiempo un pequeño grupo de vehículos pudiera pasar. Cuartos de tiempo más tarde se optó por avisar a la guardia de tráfico para que abrieran el carril de salida de Madrid y los vehículos entrantes pudieran pasar, y con ello relajar la situación. Y mientras tanto, la comisión de negociación libraba con calma y cautela su batalla contra el teniente de la Guardia Civil basandose en documentos hablados el día anterior. Pero pasaba el tiempo, paso una hora, y la negociación se estancó, comenzaron a venir los anti-disturbios y todos nos temiamos lo peor. Así que para calmar la situación se puso música y todos a bailar delante de mercenarios que fríamente anhelaban el momento de sacar sus porras, y dar ostias, así de claro. Y bailando y bailando, para liberar tensión, unos hacíamos fotografías, aplaudíamos, otros descansaban, otras saltaban, y los coches de apoyo se acercaron de cara al siguiente párrafo no descrito en el segundo párrafo, y es que teníamos varios vehículos de avituallamiento, así como carteles de cara a que vehículos de particulares se animaran y pasaran gratis con nosotros. Pero la orden de la sub-delegación territorial no llegaba, los negociantes comenzaron a discutir, y el teniente fiel a su estilo déspota nos amenazó con detenciones, pero eso no minó para nada nuestra moral, muy al contrario, nos pusimos a corear consignas contra la banca, contra el sistema. Al final, pasaría lo que pasaría...


Firmes, decidimos avanzar hasta situarnos cuasi dentro del peaje, rápidamente los anti-disturbios se prepararon ante una inminente carga policial, y uno de ellos nos comenzó a grabar para identificarnos como si fuéramos terroristas, así porque sí. Entonces pregunté por qué lo hacía a uno que estaba a su lado, y me espeto:-¿Pero tu sabes chaval quienes somos, cual es nuestra función? mi compañero tiene todo el derecho a grabarte- Y entonces le pregunté y conteste:-Vale, pero entonces yo le puedo hacer una foto dado que solo somos gente pacífica que quiere ejercer el derecho a la libre circulación por el país, y en este caso llegar a Madrid. Luego, ¿que quien eres tu? tu eres un ser humano, el estado te traiciona, sabes que te van a apuñalar por la espalda cuando menos te lo esperes. Ellos no te quieren, solo sois titeres, y lo sabes, y soy consciente de que tienes una familia, pero tu también puedes ser el próximo en estar jodido como yo y como todo el pueblo al que os dicen de dar de leches. Y sabes que la Guardia Civil se creó según el primer párrafo de su constitución para defender al pueblo, no para darle...-Y el chico me cortó, y me dijo que lo mejor que podría hacer era volver con los demás y callarme. Así pues no me detuve, y me puse a hablar con un compañero sobre más de lo mismo, cuestionando su deber, su ética, y diciendo que eran mercenarios, que si eran humanos. Todo ello delante de tíos armados, con porras, con los brazos cruzando. Pero llamome la atención alguno de ellos, que sin gafas, miró por momentos al suelo, con cara de resignación, miró al cielo, y como queriendo quejarse, cerro los ojos y se quedo con cara de pena. Eso era síntoma de que eramos más fuertes que ellos, que teníamos el suficiente valor de plantarles cara con la palabra, haciendo uso libre y pacífico de esta. Y así sabíamos que minaríamos su moral por dentro, y no, ya no teníamos miedo, solo rabia, cólera...


Y continuaba mientras la negociación, el teniente se negaba a dar su brazo a torcer y la tensión subía. Y a sabiendas de que los fotografos estabamos tomando pruebas visuales de que nos estaban grabando a todos para ficharnos como si de delincuentes se tratara, decidieron usar su recurso más pobre y anti-democrático. Cogieron a Tamara, una de las fotógrafas de la manifestación y ende de la marcha columna desde Salamanca, y la detuvieron, así sin más. El motivo fue que sus fotografías violaban el derecho de honor de los miembros de la Guardia Civil que allí estaban, pero aquello era una tontería, yo también había estado haciendo esas fotos, y lo único que aparecía era los negociantes charlando con los agentes, era inevitable que salieran sus caras, además no era delito salvo que según cierta ley que teníamos en fotocopias, les captáramos en actitudes vejatorias. Por lo tanto aquella detención simplemente fue un acto ilegal para asustarnos, para que desistiéramos. Y entonces, se comenzaron a subir los humos, nuestro abogado intentó pelear verbalmente con el teniente para que la dejara libre, pero el teniente se negó, y entonces a Tamara la tomaron los datos y la presionaron a borrar las fotografías, algo a lo que se negó, así como a entregar las dos tarjetas de memoria. Pues si alguien únicamente podía borrar las fotos, era una autoridad judicial, y como la Guardia Civil lo sabía, intentó asustarnos a todos. Posteriormente, al rato, me tocó a mi, un agente me captó fotografiando la detención de mi compañera, y entonces se me acercó y me dijo que entregara la cámara. Yo le dije que no borraría la foto, que según cierta ley no podía, debía ser un juez, pero eso a Rambo le daba igual, así pues temiéndome que me jodieran también, le dije que solo había hecho una foto, y le enseñé una en la que por suerte para mí debido a que el guardia no sabía que fotos con el diafragma muy cerrado, disparando en RAW se podían aclarar y recuperar toda la información y luminosidad. Así que solo vió  unas sombras y nada más. Pero temiendome que le diera por hojear el resto de fotos en las que se mostraba su actitud fascistoide, opté dado que no podía avanzar mucho dado que estaba retenido por ellos, por fingir un dolor de espalda y pedir un abrazo a una compañera, en ese momento besándola en la cara la di la tarjeta que circuló rápidamente por otras manos hasta llegar a un lugar seguro. Entonces pasado esto, fingí una caída, un desvanecimiento  y me puse a chillar que se me había roto la tarjeta. Y cuando vino el guardia a pedirmela, le dije que se me había roto, que más quisiera yo darsela, pero que salvo tuviera lecciones de informática, sería imposible recuperarla si se encontraba. Mientras tanto, mientras se decidía que hacer conmigo, a Tamara se la llevaban mientras todos  gritábamos a su favor, apoyandola, y se la llevaron a Segovia. En ese rato, delante de ellos, nos pusimos a criticar al estado, a la falta de humanidad, y a chillar que no eran guardias civiles, que eran seres humanos, que nada nos representaba más que nuestra dignidad, y que ellos, también serían los próximos. Y a decir verdad, muchos, que no tenían las gafas, en el fondo se les notaba sus caras como si en aquellos momentos no quisieran estar comiéndose esa situación. Tras esto me dejaron pasar y recuperé la tarjeta y seguí haciendo fotos, pero con más cuidado, cosa que en absoluto afectó al reportaje que aquí publico.


Y al final nos dejaron pasar, en ese momento fuimos libres, y chillando de alegría y de resignación, preparamos la pancarta y nos dispusimos a caminar hacía el túnel tras más de dos horas de agotamiento físico y mental, y de plantar cara a la benemérita. Pasaron nuestros coches de abastecimiento también y caminamos con la pancarta para que los coches que salían de Madrid la vieran y nos pitaron con efusividad como así fue. Y al final allí estaba, el túnel oscuro, frio, y antes de entrar, como si de Mordor se tratase, cogimos fuerzas, fumamos, descansamos, comimos y comenzamos a caminar. Todo era oscuro, apenas había luz, débilmente iluminada por las luces que corrían por el tunel. Todo era silencioso, frío, ya no era lo del año pasado que teníamos tensión, ahora lo peor se nos había mostrado al principio, pero aún así era una hora la que estuvimos dentro, en la que coreamos lemas contra la banca y contra este sistema corrupto. Al final divisamos una tenue luz blanca, que marcaba el final de aquel pasillo oscuro, en el que los ecos rebotaban, creando una atmósfera de tensión, de nerviosismo, pues quien sabe, aun cabía la posibilidad de que allá fuera hubiera jaleo, por ello era mejor ir siempre con cautela. 


Al final salimos y tras la luz divisamos la sierra de Madrid, su atmósfera pestilenta por los gases pestilentes de sus fábricas, y lo que antaño fueron bellas montañas, bellas sierras, ahora eran pasto de las viviendas y las fábricas que habían terminado con su simbolismo espiritualista. 


Tras descansar un rato, celebrarlo, pues en mi caso tra 31 días por fin había llegado a las inmediaciones que daban a Madrid, nos dispusimos a ir por una carretera que nos daba a Guadarrama en donde al llegar al pueblo, el grupo del 15M de allí nos esperaba  con algo de comida y agua fresca, bien que era como un caramelo, tras un calor insoportable, pues eran las doce del mediodía y todavía nos quedaban dos horas y media de caminata. Caminar y caminar mientras el Sol nos abrasaba, nos quemaba, apenas hacía viento, y el asfalto nos abrasaba los pies, cada paso que se daba era sentir una punzada ardiente en las llagas de los pies, sentir a las ampollas explotar. Fue muy duro, es más las bajas que tuvimos fueron demasiadas, demasiada gente que no pudo aguantar más de 25km más lo del peaje que nos había minado muchisimo. Apenas de sesenta eramos unos treinta, los coches no paraban de hacer idas y venidas para llevar a los lesionados. Aquello era como la guerra, una guerra espiritual en la que hombres y mujeres trascendentales a su tiempo, luchando contra un devenir incierto, combatían contra un pensamiento único cobijado bajo el seudonimo de la democracia...


Al final comenzamos a divisar el pueblo de Collado Villalaba, pueblo de 1/4 aproximadamente la población de Valladolid. Y es que el polideportivo, debido al fuerte agotamiento que teníamos, la llegada hasta él se nos hizo más corta de lo esperado. Lo mejor de todo fue y lo cuento al final de este capítulo, que nada más salir del túnel nos llegó la noticia de que habíamos soltado a Tamara, y que muy cansada, decidió pasar la tarde al igual que tod@s descansando en el polideportivo y calmando los ánimos. Aún nos quedaba una última batalla, la de Madrid, y esa batalla sería muy larga, viviriamos mucho en días sucesivos, pues no solo estaríamos el día 21, sino que estaríamos unos días de más para descansar y luchar, luchar por un sueño que paso a paso, estábamos cumpliendo: NUESTRA DIGNIDAD COMO SERES HUMANOS.


Y ahora tan solo había que descansar, la Noroeste había cumplido su papel, aportad su granito de arena en esta lucha que comenzaba a estallar por todo el estado con movilizaciones en más de ochenta ciudades españolas. Tan solo era el principo del fin. ¿Se conseguiría?...De momento al día siguiente debíamos de ir a Majadahonda, nuestra penultima etapa, un paseo. En el próximo capítulo os contaré como nos fue.


PARA MÁS INFO ADJUNTAMOS AQUÍ LA GRABACIÓN TOMADA A LA DETENIDA LLAMADA TAMARA:http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fwww.goear.com%2Flisten%2Fe336fe7%2Ftestimonio-de-tamara-fotografa-de-la-marcha-de-desempleados-a-madrid-detenida-por-la-guardia-civil-marcha-de-desempleados&h=gAQFlFu38

































































































3 comentarios:

  1. Ánimo grandes, y ¡bienvenidos a Madrid!

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  2. ÁNIMO, COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS!!! Quienes no pudimos ir estamos con vosotros/as, luchadoras, valientes, y os seguimos en cada paso que dais. Vuestra marcha representa a cientos de miles de personas que no podemos ir porque unas trabajan y otras, al estar desempleadas y/o con hijos/as, no nos lo podemos permitir.
    NO ESTÁIS SOLOS/AS. ADELANTE!!!

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