A veces pienso que todo es una mera ficción, que es un sueño de Confucio, solo que en vez de soñar con ser una mariposa, estoy soñando con que soy un humano. Pues la realidad en la que vivo me sorprende, de lo patética que es. Que no dé crédito a quienes me gobiernan vale, pero que tampoco lo pueda hacer a quienes les siguen y les hacen la pleitesía, me sume en un estado de oscurantismo en el que dos caminos surgen: Ser un borrego y dejarme guiar por mis tiranos y no pensar mientras me arruinan mi vida; o ser libre y saber que la masa a mi y a unos pocos/as más nos repudiará por ir contra su sistema socio-cultural. Elijo la segunda opción.
Y el párrafo viene a cuento de una reflexión sobre la sociedad en la que vivo, en este caso respecto a la salud. Día tras día somos bombardeados por anuncios en los que se nos recomienda para cualquier dolor, donde sea, ingerir una pastillita milagrosa y con eso queda todo solucionado. O cuando leo en los medios recordando la famosa Gripe Aviar que mató en el mundo a menos de dos centenares de personas, habiendo en el mundo como ya citamos en un artículo sobre la salud, miles, cientos de miles, millones de muertes por otros factores relacionados irónicamente, con la salud, como pueda ser el tabaquismo, la obesidad, o la polución atmosférica. Más drásticamente aún pero veridicamente, la pobreza, las guerras, causadas también irónicamente por los que supuestamente se preocupan por nosotros, nuestros gobernantes.
Y es que nadie se ha dado cuenta de la cantidad de sustancias tóxicas que contiene una pastilla sea para lo que sea como recoge la siguiente entrevista que hemos encontrado en la red. De como realmente todo es una mafia orquestada por las grandes farmaceuticas generando nuevas cepas de virus e inyectándoselas a la población bajo la excusa de una vacunación preventiva contra cierta enfermedad. Alguna vez hemos oído en los medios de comunicación como el gobierno se ha gastado millones en implementar una vacuna en la sociedad frente a una enfermedad que luego ha resultado ser un fiasco, orquestada en su principio por una fuerte alarma social. Todos hemos sentido ese pánico mientras veíamos cuatro pollos muriéndose por el virus mientras nos mostraban imagenes de japoneses con mascarillas, mascarillas compradas en tiendas de moda valgame la gracia decirlo. De los presentadores sacando a sabios de la patata hablando horas y horas sobre como el virus mutaría y como en seis meses morirían millones de personas si la vacuna no se inyectaba a la población. ¿Y cual ha sido el resultado?:0 muertes en comparación con otros desastres. ¿Y que tenemos entonces? saque usted sus propias conclusiones.
Pero y entonces los futuros médicos que están ahora empollando en las facultades,¿aprenden algo? sí, aprenden a que todo se soluciona con una pastilla o con una vacuna, pero lo que no les dicen es como puede mutar. O si se lo dicen, terminan siendo como la mayoría de los que estudian derecho, que en un principio comienzan la carrera para defender los derechos de los oprimidos, y al final terminan defendiendo los derechos y libertades de los que oprimen a los débiles. Paradojas de la vida.
Pero hay una medicina que no se enseña, y es una medicina de la que no interesa hablar dado que va contra el pensamiento nihilista de la sociedad. Hablo de la medicina oriental. Estudios y más estudios han demostrado que el cuerpo, al igual que la Tierra misma, es un ente que tiene diversos puntos energéticos, diversas partes que emiten una frecuencia vital determinada, y que solo mediante su práctica se pueden curar y regenerar ciertas partes afectadas por una enfermedad. Sé que sonará a risa por parte de los eruditos de la materia, pero sin embargo es un hecho, y curiosamente, los primeros en negarlo son los que promueven en televisión campañas a favor de la vacunación y el pastilleo desenfrenado. Pero los casos existen, solo bastará que alguien que esté leyendo este artículo y sea prácticante de la meditación me corrobore la idea, pues bien sabe él como yo, que al meditar, el cuerpo junto a la mente se crea una energía positiva o negativa y que se puede mover a los diferentes focos del cuerpo, tan solo con la concentración y la visualización del caso en el cuerpo. También podemos hablar de personas que mediante la meditación consiguieron salvarse de un cáncer, mientras que otras, usando los más modernos medios como la quimio-terapia, solo lograron caminar más deprisa hacia la muerte. Para terminar, podría citar a la acupuntura que independientemente de la energía vital de cada uno, se encarga de activar esos puntos y sanarlos, mediante la estimulación de ciertas partes vitales del cuerpo. Ello estuvo de moda hace unos años, se pensaba que se ganaría algo con ello, pero fue finalmente su fracaso en manos de los magnates lo que lo llevó al cuasi olvido, olvido que también se está extendiendo a Japón, en donde los futuros médicos saben más de Occidente que de su propia tierra. Piense sobre ello.
Y por último antes de colocar la entrevista, ¿no se ha parado a pensar en si se cumple generalmente algúna clausula del juramente hipocrático, del que los estudiantes de medicina me darán mucha razón? ¿como viven los africanos, ellos, títeres de las grandes farmaceuticas que experimentan con ellos probando nuevos virus para luego ofrecerles una solución que no está a su alcance económico tras haber sido usados? ¿donde esta esa OMS tan valiente que debería defender los intereses de los más pobres y mermados vitalmente? ¿dónde? ahhh, claro, esta con la ONU, con los que nos gobiernan y dicen: -este sí, este no, este sí, estos tampoco- Pero afortunadamente aún existen médicos/as comprometidos con la humanidad y no por una corbata y un despacho lleno de papelajos que no valen para nada. Aún existen personas dispuestas a irse al fin del mundo para salvar un par de cientos de vidas mientras los ejercitos del Imperio les amenazan y disparan con sus fusiles en nombre de la paz, aún.
JURAMENTO HIPOCRÁTICO QUE NUNCA VIENE MAL DE RECORDAR.
- En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica, me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad.
- Conservaré a mis maestros el respeto y el reconocimiento del que son acreedores.
- Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones.
- Respetaré el secreto de quien haya confiado en mí.
- Mantendré, en todas las medidas de mi medio, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica. Mis colegas serán mis hermanos.
- No permitiré que entre mi deber y mi enfermo vengan a interponerse consideraciones de religión, de nacionalidad, de raza, partido o clase.
- Tendré absoluto respeto por la vida humana, desde su concepción.
- Aún bajo amenazas, no admitiré utilizar mis conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad.
- Hago estas promesas solemnemente, libremente, por mi honor.
- Entrevista con la doctora Ghislaine Lanctot: http://www.doylet.org/docs/sana/LaMafiaMedica.pdf
Estupendo amigo, cuando te salga un tumor ponte a meditar, verás como la selección natural hace su trabajo. Madre mía...lo que hace el analfabetismo científico.
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